Aunque muchas enfermedades tiroideas se curan con medicamentos, otras tienen que ser intervenidas quirúrgicamente. Entre éstas destacan por su frecuencia:
- Los nódulos tiroideos
- Los bocios multinodulares de gran tamaño
- El hipertiroidismo (funcionamiento excesivo de la glándula)
- El cáncer de tiroides que, por fortuna, es curable mediante una operación en más del 80% de los casos.