En la composición de las hormonas tiroideas está el yodo. De esta manera, si el organismo no tiene yodo, el tiroides no puede producir hormonas. Y en un intento de producir la cantidad normal de estas hormonas, el tiroides crece y se produce el denominado bocio.

Incorporamos a nuestro organismo el yodo de forma natural, a través de la alimentación. Este se encuentra en el agua, peces y mariscos, algunos vegetales como la espinaca, el brócoli, el ajo o la cebolla.